Apocalipsis Z: El principio del fin — un libro machista y racista que no te recomiendo

Katerine Santo
7 min readJan 19, 2023

Apocalipsis Z: El principio del fin es el primer libro de la trilogía Apocalipsis Z, escrita por Manel Loureiro y publicada por Planeta/Booket.

Puedes buscar una sinopsis más completa online pero, en resumen, este libro es la historia de cómo un virus misterioso arrasa el planeta dejando millones de muertos y millones de zombies agresivos y contagiosos. Está narrado en forma de diario por el protagonista, un abogado gallego que, junto con un pequeño grupo de personas, consigue sobrevivir a este apocalipsis.

La historia en sí es interesante y sería fácil perderse en ella si estuviera mejor escrita y no estuviera llena de incongruencias, comentarios racistas y, sobre todo, machismo.

Acompáñame en este artículo y lo verás.

Incongruencias

Entre las incongruencias del libro está el desconcertante uso de las tildes. Hay muchas que sí están, pero hay otras muchas que no aparecen. Es fácil encontrar, casi en cada página, ejemplos como este “cómo” y este “dónde” (aunque debería ser “adónde”) que deberían llevar tilde, pero no la llevan:

El único problema es como salir de aquí. Y a donde coño ir, por supuesto.

(Debería ser “El único problema es cómo salir de aquí. Y adónde coño ir, por supuesto.”)

Perdona si no te gusta ver tacos en un texto. ¡No son mis palabras, son las del autor! Pero por mucho que esto me resulte inaceptable en un libro editado profesionalmente, este ha sido el menor de mis problemas con este libro.

La mayor incongruencia es la forma de expresarse del protagonista.

El protagonista es un abogado de unos 35 años que vive en una zona rural del norte de España con su gato y que en su tiempo libre disfruta del submarinismo. ¿Por qué habla como Rambo en una película mal doblada? El libro está lleno de expresiones como el puto gato, puto ucraniano, mierda hasta el cuello, el jodido mundo… Y cuando digo lleno, lo digo de verdad: en cada página se puede encontrar una palabra o expresión de este tipo.

Le quita realismo al relato porque es difícil imaginarse a un abogado amigo de la naturaleza expresándose así.

Estas incongruencias son culpa del autor, por supuesto, pero también de la persona que ha editado y revisado el libro. Una buena edición habría detectado y corregido estos errores básicos.

Racismo

La segunda categoría de motivos por los que no te recomiendo este libro es el racismo. Hay varios fragmentos del libro en los que se percibe racismo a distintos niveles. Un ejemplo:

Lo de Waqar tenía peor pinta. El tipo estaba terriblemente pálido, incluso para un pakistaní y no paraba de escupir sangre.

¿Las personas de Pakistán son todas pálidas? ¿Esto es lo único que el autor sabe de ellas? ¿Es necesario apuntar a la nacionalidad del personaje para decir que estaba terriblemente pálido? Además falta una coma después de pakistaní, pero eso es lo de menos.

Otro ejemplo:

Me mantuvo así durante un buen rato, mientras mi respiración se calmaba y recuperaba el autocontrol. Jodido ucraniano. Su aspecto es engañoso. Parece poca cosa, tan pequeño, con su enorme mostacho rubio tapándole media boca, pero tiene un espíritu de hierro y una resistencia asombrosa. No se ha derrumbado con toda esta presión y yo he estado a punto de mandarlo todo a la mierda por un ataque de claustrofobia. Le debo una.

El personaje del que habla el protagonista, el “jodido ucraniano”, es su compañero de aventuras, que con su pericia y conocimiento le salva la vida en varias ocasiones. A pesar de ser un “jodido ucraniano”, no se ha derrumbado con la presión de vivir en el apocalipsis, mientras que el autor ha estado a punto de “mandarlo todo a la mierda”, cosa por lo visto asombrosa. Quizás sea asombroso que el compañero no se haya derrumbado porque no es español (o porque es bajito, o porque tiene bigote), y solo de aquellos que son como el protagonista se espera esa fortaleza y ese espíritu de hierro.

Machismo

En realidad, las incongruencias y ese racismo sutil pero presente no son los principales motivos por los que no te recomiendo este libro. El principal motivo es el machismo. Y éste no es sutil. El primer ejemplo:

La triste verdad es que nadie sabe una puta mierda de esta enfermedad. En otro tiempo, en otro mundo mejor, este chico estaría en una UVI, monitorizado y atendido por al menos un regimiento de médicos y enfermeras, en una unidad aislada y aséptica, en una lucha total por su vida.

Claro, olvidaba que solo los hombres pueden ser médicos y solo las mujeres pueden ser enfermeras. Me pregunto qué sería de ese pobre chico si le atendiera un regimiento de médicos (hombres y mujeres), enfermeros y enfermeras… Como en la vida real.

Otro ejemplo:

Juro que me llevé el susto más grande de mi vida. Con un chillido que avergonzaría a una chica, me levanté de un salto y di un par de pasos de espaldas hasta caerme de culo en el cemento […] Viktor, Shafiq y el malherido Usman asomaron por la puerta, atraídos por mi poco varonil chillido.

La idea de que solo las chicas (aunque a algunas nos gusta que nos llamen mujeres) chillan es interesante. Y la idea de que un hombre que chilla es poco varonil también lo es. Imagino que el autor no se ha rodeado de los humanos suficientes como para saber que los chillidos no le pertenecen solo a las mujeres.

Otro más:

Algo me preocupa. No he visto demasiados supervivientes desde el principio de todo esto, pero del sexo femenino aún menos. Supongo que para ellas todo esto tendrá que estar siendo aún más duro, pero aún así no me importaría encontrarme con alguien que no tenga que mear de pie, para variar. Ya me preocuparé de eso más adelante (espero).

Las pobres mujeres, con sus chillidos, están paralizadas por el miedo ante el apocalipsis, mientras los hombres están ahí fuera luchando contra los zombis y sobreviviendo. Para ellas el apocalipsis es muy duro, pero para los hombres es como ir a la oficina cada día. Cero estrés.

El mundo se está desmoronando por minutos y el protagonista apenas se ha cruzado con otro humano, pero no le importaría encontrarse con una mujer (porque no mear de pie es lo que nos define como mujeres). Es más, él solito se va a encargar de alinear los astros para encontrar al menos a una fémina en su camino.

Otro ejemplo:

Fue entonces cuando apareció Lucía. Es una cría de tan solo dieciséis años (“casi diecisiete”, como no se cansa de repetir), pero ya tiene un cuerpo de escándalo.

La primera mujer que nuestro protagonista se cruza en su camino hacia la supervivencia tiene dieciséis años. Me gustaría apuntar que esa menor ha sobrevivido al apocalipsis igual que el protagonista, pero eso no es lo importante. Lo importante es que tiene un cuerpo de escándalo. El protagonista hace más referencias a su cuerpo y su comportamiento “nada inocente” en varias ocasiones. Para muchos hombres, igual que para muchas mujeres, el sexo es importante (obvio, porque así sobrevivimos como especie), pero no entiendo que al cruzarse con la primera persona viva en mucho tiempo el protagonista piense, en primer lugar, en sexualizar de forma inapropiada a una menor. Quizás podría haber pensado, para empezar, en qué cosas útiles sabe, ya que ha sobrevivido al apocalipsis zombi. Lucía, desde luego, es un genio.

Uno de mis ejemplos favoritos:

Su reacción [de las dos mujeres que aparecen al final de la trama] fue mucho más serena y tranquila de lo que me podía haber imaginado. Mentalmente me había hecho a la idea de enfrentarme a una pataleta de considerables dimensiones, o incluso a una negativa rotunda a salir de la seguridad del sótano.

Cuando el protagonista descubre un peligro que les obliga a abandonar el que ha sido su refugio durante semanas, se prepara para comunicárselo a las otras tres personas con las que está. Las otras tres personas son Viktor, el “jodido ucraniano”, Lucía, con su cuerpo de escándalo, y una monja que ha desafiado al mundo entero, ha ido a trabajar a un hospital voluntariamente y ha sobrevivido al apocalipsis. El protagonista anticipa que Lucía y la monja van a reaccionar como dos niños miedosos e ignorantes, con una pataleta y negándose a salir del refugio. ¿Por qué iban a reaccionar de una forma tan extraña? Ah, sí, porque son mujeres.

Y el último ejemplo:

Con una sonrisa socarrona [Viktor] se giró hacia mí y me mostró unas bonitas braguitas de encaje color vino bastante arrugadas. Vaya, vaya. Así que estábamos en el picadero particular del dueño del concesionario. Vaya cabroncete. De todas formas parecía que hacía tiempo que aquel tipo no se dejaba caer por allí para echar un polvo con la secretaria.

Cuando el protagonista y su compañero, Viktor, llegan a un concesionario abandonado, encuentran una extraña habitación anexa a la oficina principal, con una cama y una prenda de ropa interior. El protagonista inmediatamente asume que la oficina era del dueño del concesionario y que la ropa interior era de su secretaria, con la que tenía una relación de tipo sexual. En ningún momento piensa que la oficina era, por ejemplo, de la dueña del concesionario y que tenía una sala privada al lado para descansar en sus largas jornadas como alta ejecutiva. O quizás la ropa interior sea de la pareja de la dueña, que fue a visitarla antes del apocalipsis y disfrutaron de un momento de intimidad. Quizás era verdad que la persona propietaria del concesionario era un hombre, y la ropa interior era suya porque le gusta llevar ropa interior de mujer ya que es mucho más cómoda y tiene los colores y diseños que más ilusión le hacen.

En fin, había otras versiones posibles de la situación más allá de una tan machista y anticuada.

Hay muchos ejemplos más, pero creo que te has hecho una idea de lo que quiero decir. Estos estereotipos machistas son los que siembran las bases para la falta de respeto hacia las mujeres, y hacia los hombres que no encajan en el patrón anticuado del macho varonil. Y esa falta de respeto es la que acaba, siempre, en violencia hacia esas mujeres y esos hombres.

Y ya es suficiente. Basta. Es inaceptable que se publique un libro así: que ni el autor ni la editorial sean capaces de interceptar y eliminar semejantes aberraciones.

Si buscas un libro que leer, no leas este. Hay muchos libros sobre el apocalipsis zombi que te van a encantar y que no te van a ofender como este.

--

--